26/5/10

PASTORAL RURAL MISIONERA


Los curas de Miajadas (Cáceres) Agustín y Enrique y con la colaboración de José Moreno Losada, Consiliario Nacional de la JEC, acaban de publicar en Vida Nueva el Pliego central de la misma (15-21 de mayo de 2010).

Me siento afectivamente unido a ellos y plenamente identificado con su manera de llevar a cabo su labor pastoral. Por eso me ha parecido bien entresacar algunas notas principales de lo que es su tarea en clave misionera. “En tiempos de globalización y secularización como el actual, su gran desafío pasa por engendrar parroquias misioneras, comunidades donde los laicos contribuyan a sembrar en ellos la semilla del Evangelio, porque Dios se encargará luego de hacerla crecer”. Helas aquí:

1) Partir de la realidad de los pueblos hoy, que no son como cuando empezaron ellos hace ya más de 40 años. Estos curas son “hombres que se resisten a la despoblación y el abandono del medio rural con una vida encarnada desde lo sencillo junto a las gentes del campo”. Esta encarnación les hace estar atentos constantemente a las vicisitudes de la gente de los pueblos, donde “lo agrícola-ganadero ha dejado de ser la principal fuente de financiación” para pasar a otra economía dependiente de pensiones y subvenciones.

2) Ante la muerte de una Iglesia de cristiandad, intentan auscultar el latido de Dios en la vida de las parroquias rurales para “afrontar una auténtica pastoral rural misionera”, porque se está “a contrapié entre la religiosidad popular y la secularización”. No se acierta en la inculturación de la fe, en la renovación de la misma, en el seguimiento de Jesucristo… Hay personas cristianas cualitativamente muy valiosas, pero cuantitativamente pocas. Incluso el meollo de la vida eclesial está pensado y elaborado para la gente de la ciudad. Hacen falta “pedagogos creativos en la Iglesia rural”.

3) Una iglesia en proceso de conversión continuo, que se ha hecho cada vez más cercana a la vida de la gente, a la escucha del pueblo; y sobre todo que ha incorporado a los laicos y laicas en todas las tareas pastorales. Falta, según ellos, pasar a una pastoral rural misionera “que dé repuesta ilusionante al momento actual de nuestros pueblos y evangelice los ambientes, ya lejanos de la fe”.

4) Una Iglesia pasional y samaritana, que no busca “éxito ni número, plazas y templos llenos, sino la fecundidad del Reino, que se da en la pequeñez… en los procesos de la gente sencillas de nuestro mundo rural”. Una Iglesia que busca “ese modo samaritano de acompañar a los pequeños para reivindicar la justicia y la dignidad que les pertenece… y busca un culto que tiene que ver con la vida y la verdad de los pueblos y de la gente”. Y misionera, que ofrece “los dones de la salud a los hombres y mujeres, en donde viven y en lo que viven, sin olvidar que es, sobre todo, trabajo de Dios y de la Iglesia”.

5) El estilo de vida de los curas ya no es, gracias a Dios, de misa y olla, como antaño se decía, sino de curas itinerantes, que andan con la lengua fuera para poder atender a los distintos pueblos y a todas las tareas pastorales y, al ejemplo del señor Jesús, “hacerse carne en la vida del pueblo”. Ellos han luchado desde los años 70, en unión con las fuerzas vivas de las localidades donde trabajan, por la solución de los problemas estructurales que afectaban al bienestar y desarrollo de sus pueblos. Más que adoctrinar y mandar, hacen del acompañamiento su estilo de trabajar, donde “sepan dejarse configurar y determinar por la realidad de los pueblos y del mundo rural…haciendo una Iglesia que sea servidora de la realidad y sepa apostar por los últimos y sencillos”. Por eso, tratan de “aprender a leer y enseñar a descubrir los signos de esperanza y resurrección de la historia y de las vidas de las personas y a saber alimentarnos diariamente de ellos”.

6) Promoción del laicado, siguiendo la voz de los obispos que decían: “la nueva evangelización se hará, sobre todo, por los laicos, o no se hará” (CLIM, 148), afirman rotundamente: “Todo lo que tardemos en animar a los laicos para trabajar “dentro” de la Iglesia y “fuera”, en la vida del pueblo, será estar perdiendo un tiempo precioso”. Por eso tratan de crear cauces “donde ellos puedan crecer como laicos adultos, participativos, corresponsables”. Por eso han optado clarísimamente por los Movimientos de Acción Católica especializados, en concreto por el Movimiento Rural Cristiano de adultos y de jóvenes, y también la JEC para los jóvenes estudiantes.

7) “Mundanizar” la Iglesia: Copio literalmente: “Queremos decir con esta expresión: llevar a las tareas de “dentro” de la parroquia –liturgia, catequesis, cofradías, grupos…- la vida de la gente del pueblo, lo que pasa, la vida de la calle, para iluminar los problemas con un nuevo ver, para consolar a los tristes, para traer luz “a la noche sin pesca”. Es vivir la espiritualidad de la encarnación: ver la vida, verla con los ojos de Dios y volver a ella transformados”.

Estos son algunos de los aspectos más importantes de la pastoral de estos curas de pueblo que tratan de vivir con los pies en la atierra pero animados por el Espíritu de Jesús.

Julián Díaz Lucio


25/5/10

SILENCIO Y PALABRA, EN LA CATEDRAL Y EN LA CALLE



¡Ah, ese Taizé siempre nuevo!. ¡Increible!. El sábado 9 de mayo de 2009, en la Iglesia del Salvador de Sevilla … llena hasta los topes de jóvenes … algunos se quedaron en la plaza porque no encontraron sitio. Era el encuentro de Taizé en Sevilla, la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra. Aquí con la propuesta “¡Vivir lo inesperado !”. Lo que nunca me pude esperar era ver a los hermanos de Taizé, en una gozosa sencillez, orando junto a una multitud de jóvenes, la belleza de los iconos decorados con naranjas y bajo un dosel rojo al fondo del altar, la Virgen del Rocío.
Imagen elocuente por sí misma. Era Sevilla. Era la anécdota que me ayudaba a comprender hasta qué punto la comunidad de Taizé está dispuesta a vivir lo inesperado, a acoger a los jóvenes en sus iglesias locales, en su propia realidad.
Desde hacía meses la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Sevilla, y Adrián su delegado, preparaba con predilección este encuentro abierto a los jóvenes de Andalucía y Portugal. Más de dos mil jóvenes han respondido a la invitación. También de otras diócesis españolas. La diócesis de Cádiz y su obispo se unió a los jóvenes sevillanos.
Esos más de dos mil jóvenes, entre los que había unos trescientos de Portugal, encontraron un lugar en los 45 “puntos de acogida” preparados para el encuentro entre familias, parroquias, colegios y comunidades religiosas. Los hermanos de Taizé han hecho un buen trabajo para aunar los distintos grupos, tanto los de la pastoral
diocesana como los de las comunidades religiosas. Sevilla ha experimentado del 8 al 10 de mayo que es posible encontrarse, dialogar, conocerse, orar y generar esperanza juntos desde la pluralidad.
En esos “puntos de acogida” se han tenido momentos de oración y compartir sobre la realidad de esas comunidades, conociendo los lugares de sufrimiento y también las esperanzas que despiertan.
A pie, de Triana a la iglesia del Salvador, pasando por la Catedral. En los nuevos medios de transporte sevillanos el tranvía, o en el metro hasta el barrio del Nervión, te encontrabas con los jóvenes que iban y venían de la acogida y lugar del almuerzo en el colegio Marista de San Fernando, a los talleres, a la oración, a alguna de las parroquias como la del Santísimo Redentor que se implicaron tanto en la preparación del encuentro como en su desarrollo.
Todo nació con motivo de una visita del Cardenal Carlos Amigo Vallejo a Taizé. Está bien que un cardenal se pase por Taizé para rezar y dialogar con los jóvenes y de paso
dejarse interpelar por las preguntas que los jóvenes abren. Carlos Amigo invitó a la comunidad a preparar una etapa de la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra, en Sevilla. La comunidad de Taizé aceptó y todo se puso en marcha. Visitas, reuniones, formación de equipos de trabajo, sugerencias, búsquedas para encontrar respuestas a los problemas que surgían. Así hasta implicar a todos los grupos de jóvenes de la ciudad, incluido el mismo Cardenal. Los jóvenes que han tomado parte en la preparación me decían que para ellos ha sido un regalo rico en experiencias de fraternidad vivir todo el proceso del encuentro.
Carlos Amigo había enviado una carta a todas las parroquias y comunidades invitando a los jóvenes de la diócesis a participar “en estos días de oración, de encuentro, de celebración de la fe, de compromiso con la esperanza”.
Alois de Taizé recordó durante una de sus meditaciones que el Hno Roger también había pasado por Sevilla, que Andalucía es el lugar de España de donde más jóvenes van a Taizé. Pero también hasta Taizé habían llegado algunos emigrantes andaluces. En Taizé gusta el fuego y la generosidad de Andalucía.
Un tiempo importante del encuentro han sido los talleres durante la mañana y la tarde del sábado, para profundizar el tema del encuentro desde la realidad local:
VIVIR LO INESPERADO
… A la intemperie, teniendo como único techo el cielo, porque lo inesperado se encuentra cada día con las personas que no tienen lugar donde resguardarse y su casa son las calles de la ciudad donde vivimos.
… A través de la danza contemplativa, porque es posible entrar en oración con Dios a través de los movimientos de nuestro cuerpo
… En nuestra ciudad, porque el asombro se puede encontrar al doblar la esquina de una calle
… En una hermandad, porque en Sevilla las hay que junto a una experiencia de fe desarrollan una obra social. "Hermandades" de la ciudad de Sevilla, junto a un grupo de Cáritas, han creado un servicio de distribución de alimentos de bajo coste, el "Economato Social", donde personas con problemas económicos pueden adquirir a un 25% del precio de mercado, alimentos y productos de limpieza. La diferencia de coste es cubierta por las Hermandades que también facilitan voluntarios para que la iniciativa salga adelante
… En la clausura, porque Dios nos sale al encuentro también en el silencio meditativo y la contemplación
… En la biblia, a través de su lectura y reflexión y de nuestra respuesta.
… En el despertar de los más pequeños, cuando se educa a los más pequeños en circunstancias de exclusión social a través del deporte.
Clara, una joven valenciana de 22 años, fue acogida en Villa Teresita, una comunidad de tres hermanas que trabajan con mujeres de la calle, las acogen y viven juntas .
Decía, "Estos tres días he podido descubrir estas mujeres tan fuertes, mujeres que lo han pasado muy mal, pero que ahora ríen con cara de esperanza".
Alberto, un joven sevillano, invitado por su grupo de la parroquia de los Capuchinos terciarios, decía. "En los talleres he encontrado a gente como tú, como yo, y no esperaba encontrar esto, de verdad. He conocido a un portugués que ha venido solo después de 5 horas de viaje, y te lo encuentras y no entiendes por qué ha venido. La
gente te transmite algo que no puedo expresar ".
Los dos mil jóvenes se repartieron la mañana y la tarde del sábado por los diversos lugares. Uno de estos talleres lo llevó el Hno Alois.
Habló para un grupo de más de cien jóvenes y adultos implicados en la pastoral juvenil.
Quedó manifiesta la preocupación de todos por los jóvenes, por la pastoral con jóvenes. Con sencillez, Alois hablando de lo que viven en Taizé dijo: “no llegamos a comprender cuál es el futuro de la Iglesia”, por eso “no queremos dar respuestas, sino acompañar” … a la vez que “buscamos en la Escritura una fuente de confianza”. “Mejor no soñar con una realidad que no esté en la lógica de la encarnación, porque asumir nuestra humanidad nos ayuda a descubrir que podemos ir más allá.”
Se notaba un interés por saber cuál es la prioridad ahora para trabajar en la pastoral con jóvenes, desde qué claves. Alois repitió lo que un día el hermano Roger dijo al papa Pablo VI, “en Taizé no tenemos ninguna clave para la pastoral con jóvenes”, pero fueron apareciendo pequeñas intuiciones. A la pregunta de uno de los jóvenes sobre ¿Cuáles serían esas pequeñas claves?. Alois enumeró algunas:

- Atreverse a experimentar.
- Salir de las rutinas.
- Hacer que la Palabra de Dios sea asequible, comprensible.
- Cuidar la escucha, la atención que prestamos a cada persona.
- El acompañamiento personal. No dejar sin referencias al joven que busca.
- La Iglesia como un lugar de amistad. No ir al templo sólo para rezar, también para encontrarnos con otros.
- Dedicar tiempo a pensar en la nueva realidad, dedicar tiempo para la generosidad.
- Salir de la propia pequeña realidad para elevarse, ir a lo más grande.
- No hablar siempre de problemas, aprender a concentrarlos para ahondar en la relación personal con Dios.
- No transmitir stress, sino a Jesús.
- Hacer confianza en los jóvenes, en el don de la otra persona, facilitando
que ese don se pueda expresar. Los jóvenes descubren sus dones cuando les damos responsabilidades.
De una especial belleza estuvo marcada la oración del sábado por la noche en la catedral. Tras los textos de la Resurrección de Jesús y un hondo silencio, el Hno Alois y el Cardenal Amigo, tomando la luz del cirio pascual la repartieron entre todos los jóvenes que había en las distintas naves de la catedral.
En su meditación, Hno Alois entre otras cosas dijo: “¿Qué podemos hacer frente a la complejidad de los problemas que nos rodean? La pobreza, el desempleo, las injusticias, las personas obligadas a emigrar de su tierra, la desconfianza entre las personas o entre los pueblos…
¡Vayamos hacia los otros!
¡Superemos las barreras de nuestra sociedad!
¡Acerquémonos a aquellos que sufren!
¡Visitemos a aquellos que han sido dejados de lado!
Allí donde estemos, busquemos los gestos que podemos realizar en situaciones de desamparo.
Y descubriremos la presencia de Cristo allá donde no lo hubiéramos esperado.
Resucitado, Él está aquí, en medio de la humanidad. El nos precede en los caminos de la compasión. El nos regala vivir lo inesperado.”
Después, también el cardenal dijo unas palabras … y cuando tras el silencio y los cantos se disponían a marchar para finalizar así la oración, los jóvenes elevaron su pequeñas velas de modo que surgió una espontánea alfombra de luz. La luz se hizo más visible a la vez que se cantaba:
“EL ALMA QUE ANDA EN AMOR NI CANSA NI SE CANSA”.
El cardenal y Hno Alois empezaron a caminar cada vez más lentamente. Se percibía una especial comunicación entre los jóvenes y estos dos hombres de Iglesia. Quienes contemplábamos la secuencia a cierta distancia comprendíamos que cuando los hombres de Iglesia ofrecen a la comunidad la luz de Cristo, inesperadamente ellos mismos son iluminados en su caminar, sorprendidos, por esta luz alzada generosamente por el pueblo de Dios que también son los jóvenes.
Si es verdad que en la oración es Dios quien hace y no yo. Y el silencio significa que estoy dejando que “Otro hable… que yo espero”… Este fin de semana en Sevilla Alguien muy esperado ha abierto un camino para muchos jóvenes de Andalucía y Portugal.

Por   José Miguel de Haro



21/5/10

La Iglesia debe abandonar el poder

Karoline Mayer Hofbeck, nació en 1943 en Alemania. Cursó su bachillerato en Holanda y luego ingresó como novicia en la Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo. Llegó a Chile en 1968 y desde entonces ha vivido entre los pobres, trabajando junto a ellos. Su figura menuda y su labor pastoral son ampliamente conocidas en Chile y fuera de nuestras fronteras.

‘Dilemas’ quiso conocer su opinión, como mujer y religiosa, sobre las acusaciones de pedofilia que conmueven a la Iglesia. Karoline nos recibió en la Fundación Cristo Vive, institución de reconocida labor en el ámbito de la capacitación laboral a personas de escasos recursos.

En el mundo y en Chile se habla de una crisis de credibilidad de la Iglesia. ¿Tú crees que existe esa crisis?

Yo lo creo. En este momento hay una crisis de credibilidad que se reproduce en Chile, en Alemania o en España, incluso desde antes que ocurrieran estos hechos que nos preocupan.

Desde hace mucho tiempo siento que nosotros como Iglesia nos hemos perdido en el poder, en sus diferentes expresiones. Un poder que no necesitamos y que Jesús jamás quiso.

Cuando llegué a Chile y a América Latina, me incorporé a un movimiento donde creyentes, teólogos y obispos, después del Concilio, comenzaron a reflexionar sobre el mensaje y el proyecto original de Jesús. Dándonos cuenta que en realidad, el poder que la Iglesia se ha arrogado o asumido, quizás empujada por los propios creyentes, es un poder fáctico que no nos sirve e incluso está en contra del anuncio de las buenas noticias de Jesús.

Algunos dicen que lo que está en crisis de credibilidad es un modelo de Iglesia, ¿ese es el modelo de Iglesia que tú sitúas más cerca del poder?

Exactamente, yo diría más todavía: la Iglesia nació como una comunidad, una comunión de hermanos, que se amaban unos a otros y se auxiliaban. Una Iglesia de los de abajo, que llegaba a los esclavos, a los excluidos de Corinto, en general a la gente humilde y luego a las clases poderosas también.

Desgraciadamente, a comienzos del siglo IV, el emperador Constantino astutamente puso de su lado al Obispo de Roma -hoy el Papa- neutralizándolo y estableciendo una alianza entre el emperador político y el emperador espiritual.

En las catacumbas, en cambio, hay imágenes que reflejan a una Iglesia de gente orante, de rebaño con el cual está Jesús, una comunidad, una relación de comunión entre Dios y los hermanos.

Lamentablemente esa comunión se transformó teológicamente en una relación de jerarquía y de obediencia, donde el Papa obedece a Dios, los obispos obedecen al Papa, los sacerdotes al obispo y los feligreses a los sacerdotes. Una relación de obediencia de arriba abajo que acaba con la idea original de comunión.

O sea, podríamos afirmar hoy día que esa Iglesia jerárquica se ha alejado de la comunión con el pueblo cristiano…

La realidad no es tan blanco y negro como tú lo pones, es un poco más mezclada. Existe esta Iglesia jerárquica, de autoridad, de obediencia, pero también una Iglesia de comunión que por supuesto se entrelazan. Una y otra toman elementos del proyecto de Jesús, que por cierto es el de la comunión entre los creyentes con Dios.

Uno de los temas que está poniendo en cuestión la credibilidad de la Iglesia es su actuación frente a la pedofilia de algunos sacerdotes. ¿Qué sientes tú ante estos hechos?

Yo creo que la Iglesia ha tenido una dificultad para abordar este tema dada su estructura jerárquica. Una estructura bastante cerrada, propia de una institución autoritaria, al estilo de una monarquía.

Respecto a la pedofilia mi primer dolor es por las personas que fueron lastimadas. Sé cuanto es el daño. Conozco muy de cerca a personas, tanto de fuera como de dentro de la Iglesia, que fueron ultrajadas y lamentablemente resultaron marcadas para toda su vida. Incluso las primeras veces que se confidencian, se sienten hasta culpables. ¡La víctima se siente culpable!, como si ella hubiera hecho algo mal.

En general en el mundo hay dificultades para tratar con los pedófilos. Es una enfermedad que ha sido tabú y se ha escondido bastante en todas las sociedades. En Chile, por ejemplo, tuvimos el caso de Paul Schäeffer

Pero me pregunto, ¿qué hace más grave el daño que cometen los hermanos desde la Iglesia? Y creo que es más grave porque el sacerdote tiene una autoridad espiritual. Por eso el daño que causan tiene un impacto mucho más profundo y resulta más grave que el cometido por otra persona, porque usan lo espiritual y religioso y eventualmente usan a Dios en el mal que hacen.

La pedofilia. ¿Es para ti un pecado o un delito?

Para mi es una enfermedad y un delito. Los pedófilos son enfermos que cometen delito cuando dan curso a su perversión.

Algunos dicen que en el tema de la pedofilia la Iglesia ha priorizado la defensa de la institución, cuando debería ponerse en el caso de las víctimas.

Estoy totalmente de acuerdo. Si uno mira hacia atrás en la iglesia lamentablemente ha sido así. En Europa si un sacerdote cometía un error con un acólito o con un alumno o con un interno y era denunciado se desarrollaba toda una maniobra para silenciar el hecho y el sacerdote era trasladado a otro lugar donde volvía a hacer lo mismo. Incluso los denunciantes eran marginados, quedando marcados en sus vidas. Eso si que es pecado.

¿Qué piensas del celibato? ¿Debiera ser opcional?

Yo abracé el celibato porque sentí una llamada tan fuerte de Jesucristo que consideré que esta era mi vocación de vida y mi gran amor. De no haber sido así por supuesto que me hubiera casado. Pero no hay ningún fundamento teológico que obligue a los sacerdotes a comprometerse con el celibato. El compromiso es llevar una vida ejemplar, como pastor de un rebaño.

La Iglesia permitió en su momento las caídas que tuvo Pedro, y lo hizo porque no se trataba de un ser celestial sino de un ser humano. Yo creo en el sacerdocio ministerial, pero no ligado al celibato. Eso va a cambiar.

En el futuro debiera ser opcional. Es un proceso que va a demorar, no sé, medio siglo, veinte o diez años más. Ojala lo antes posible la Iglesia libere a las nuevas generaciones de religiosos de esta obligación.

Por lo demás el celibato no significa guardar castidad. Teológicamente y eclesialmente el celibato significa sólo renunciar al matrimonio.

El problema de la pedofilia y otros escándalos sexuales pareciera que involucran básicamente a varones…

Somos seres humanos comunes y efectivamente a nivel mundial existen muy pocos casos de mujeres pedófilas. Esto se produce mayormente en el mundo masculino. Pero creo que la pedofilia se deriva de una constitución cerebral, de una suerte de predisposición latente. Quizá algo parecido a la predisposición al alcoholismo que si no bebe no pasa nada, pero cuando lo hace se desata la enfermedad.

Los pedófilos, sean eclesiásticos o laicos, no deben estar en contacto con niños, para no desatar esa predisposición. El ser humano necesita el afecto, necesita el abrazo, necesita la intimidad, entonces es posible que en algún momento una persona haga un "clic" equivocado como puede ser el caso de algunos sacerdotes.

Estoy pensando, por ejemplo, en el hermano "Tato" [se refiere al sacerdote Juan Andrés Aguirre, encarcelado por abusos sexuales a niñas menores de edad], que públicamente decía que tenía problemas con el celibato y no tener mujer a él le costaba, manifestando incluso la posibilidad de renunciar.

El teólogo Küng plantea que ha llegado el momento de volver a una Iglesia más apegada a sus comunidades, y que si ésta lo acepta, el sacerdote pueda tener pareja sin renunciar a su condición.

Yo estoy totalmente de acuerdo. El proyecto de Jesús plantea que las comunidades conozcan quién será su pastor. No puede seguir operando una iglesia autoritaria que imponga a una persona que no tiene nada que ver con la comunidad, no tienen ningún feeling, ninguna capacidad de pastorear el rebaño.

¿Cómo hubiese sido el debate sobre la pedofilia si en la jerarquía participaran mujeres?

Se necesita verdadera participación e igualdad frente a los colegas sacerdotes y en ese caso creo la Iglesia hubiese considerado una mirada distinta y no habría permitido que no se tomaran en cuenta a las víctimas. Si algo tiene la mujer, creo que visceralmente, es que se siente conmovida por las víctimas.

Ahora, a la Iglesia no le queda otra opción que reconocer el error de mantener escondidos estos hechos. También el error de haber trasladado los problemas (traslado de los pedófilos) y por último el error de no querer reconocer todo lo anterior frente al mundo.

Mucho de estos problemas, en parte, se relacionan también con que los creyentes nos dan demasiado poder a los religiosos, incluso más del que uno quiere. Y nosotros también lo hemos permitido porque nos halaga y caemos en la tentación de aceptarlo.

Te acostumbras a estar en una buena silla y después te cuesta sentarte en una silla más incómoda. Viajas en primera clase y caramba que te cuesta después hacerlo en clase turista. Te acostumbras a que te pongan en la primera fila siempre y cuando no ocurre así lo echas de menos.

Por eso uno de mis esfuerzos con la gente de la población ha sido eliminar un trato hacia mí que represente superioridad e insisto en lo de Karoline a secas. Debemos tratarnos de tú o bien de señora y señor, dándonos un trato entre iguales porque no somos superiores a la gente, sólo tenemos una función distinta.

Antes que estallaran estos escándalos la Iglesia aparecía a la cabeza de los llamados temas valóricos como el relacionado con la píldora del día después…

Debo decirte que nosotros tenemos un consultorio de salud, donde atendemos gran cantidad de mujeres en edad fértil y les brindamos la posibilidad de elegir sobre el método anticonceptivo que van a usar. Se les invita con la pareja a elegir el que más se adecue a su vida.

También atendemos a niñas menores que vienen con infecciones vaginales porque mantienen regularmente relaciones sexuales. No podemos condenarlas, sino acogerlas y apoyarlas

Por proceder de esta manera un sacerdote me acusó que yo estaba en pecado mortal y no me podía aceptar en la misa, por lo cual debí ir con el Cardenal a plantearle la situación.

¿Y cómo te fue con el Cardenal?

El Cardenal tiene una visión amplia. Tomó conocimiento y nada más. Yo entendí perfectamente que él como mi pastor no me aplaudió ni nada, pero tomó conocimiento y con eso bastó. Entendí que él aceptó por la forma en que lo planteé.

En nuestro consultorio ningún profesional está obligado a entregar la píldora del día después si su conciencia se lo impide. Si no quiere entregarla entonces debe derivar la paciente a otro profesional. Llevamos diez años con esta misma política.

¿Cuáles son las principales transformaciones que debería vivir la Iglesia en los próximos años? Por ejemplo incorporar a las mujeres, ser más flexible

Yo me siento super integrada, con la suerte de que no tengo ninguna ambición. Trabajo en la población Quinta Bella hace unos veinte años y vivo y me gozo en la Iglesia a pesar de los vaivenes provenientes de la jerarquía.

Muchos pobladores con los cuales trabajamos el evangelio y que no estaban cerca de la Iglesia, han comenzado a trabajar nuevamente, de a poco, porque han conocido la buena noticia de una iglesia más cerca de ellos, que vive dentro de ellos día y noche.

Me cuesta decirlo, pero algunas veces me piden que yo haga las celebraciones porque no quieren a un cura extraño. Menos mal que ahora tenemos sacerdotes que desarrollan una tremenda empatía con la comunidad y que se sienten muy felices al venir a la comunidad los domingos.

Las personas le dan a uno autoridad, más allá de lo que quisieras a veces. Yo les devuelvo esa autoridad y les digo que hay que "desempoderar" a la Iglesia, botar ese poder que no es necesario porque el mensaje de Jesús es tan poderoso que transforma y es lo más revolucionario que hay.

Yo creo que la Iglesia va a transformarse. Para el día del Buen Pastor, el padre habló de las vocaciones sacerdotales y religiosas y yo le dije: aquí en la comuna, en el barrio hay unos cuantos buenos pastores, aquí hay pastores legítimos y muchos son padres de familias y algunos participan en las juntas de vecinos. Todos somos pastores. Pastores somos todos los que sentimos responsabilidad por otros.

¿En que está la teología de la liberación o la teología latinoamericana como la llamas?


Nos reunimos hace poco en un Congreso con motivo de los 80 años de Sergio Torres. También ha habido encuentros en Medellín y hace poco, con motivo de la conmemoración de la muerte de Oscar Romero tuvimos otro encuentro.

Hoy estamos tan seguros de la fuerza del espíritu al ver cómo la nueva forma de hacer teología se irradia por todos los países. No es muy visible, pero pronto se podrán sentir sus sonidos, lo que la gente, el pueblo, pide, pues son muchos los feligreses críticos que se ponen de pie y opinan sobre las cosas que andan mal.

¿Será necesario un nuevo Concilio?


Lo hemos pensado muchísimo. Unos lo están proponiendo. Algunos obispos escucharán, otros no porque son muy rígidos. Yo provengo de esos sectores, fui formada en esa rigidez pre-conciliar. Para mí Chile y América Latina ha sido una salvación en el sentido de la fe. De no haber venido aquí quizá habría tirado la fe por la borda. No hubiese resistido. En mi evolución como persona he comprobado que la fe tiene arraigo en la vida.

Por mi formación puedo entender a los sectores eclesiásticos más rígidos. Ellos no tienen mala voluntad, son víctimas de un sistema y de la formación que han recibido. No se olviden que en algún momento esos sectores pensaban que si un laico tocaba un cáliz era un pecador. Esa forma de pensar les hace mucho daño, los encierra dentro de un cascarón y no se atreven a mirar hacia fuera.

¿La tormenta que vive la Iglesia hoy le servirá a esa nueva teología?

Esta tormenta nos ayuda a todos. No vamos a servirnos de los escándalos para decir que tenemos toda la razón. No necesitamos hacerlo, porque es el espíritu el que trabaja. Esto que nos está ocurriendo es una purificación del espíritu santo. Está soplando, limpiando con su fuego abrasador. Jesús lo ha dicho.

Para mi el camino es Jesús, con toda su riqueza liberadora. Yo quiero un cielo para todos y que empiece aquí, ahora y que sea para todos.

A veces se te ha nombrado como la madre Teresa de América Latina. Te gusta la comparación.

No me gusta por las expectativas que puede crear. Conocí a la Madre Teresa, estuve en Calcuta. Pensé que podíamos estar en una misma espiritualidad, pero me di cuenta que la madre Teresa es válida para la India y su tiempo. Yo estoy en una teología liberadora, yo estoy por la anticoncepción y ella estaba en contra. Ella pertenecía a la Iglesia jerárquica, pero poseía una gran fidelidad y amor por los pobres y eso conmueve.


17/5/10

Cristología y lucha por la justicia

José I. González Faus, teólogo

1.- Para las primeras generaciones cristianas, la plena y total humanidad de Jesús era el fundamento de la solidaridad. Y la plena divinidad de Jesús era fundamento de nuestra libertad.
Si Dios no asumió plenamente la miseria humana (”nuestra misma carne”), nace de ahí un cristianismo que no se preocupa de los miserables de la tierra.

Así lo escribía Ignacio de Antioquía a comienzos del siglo II, en carta a la Iglesia de Esmirna: “esas herejías no se preocupan de la solidaridad, ni del huérfano, ni del atribulado ni de si uno pasa hambre o no”. Por eso “son contrarias al sentir del mismo Dios”. Algo parecido enseña la primera carta de Juan.

Pero si Jesús no es plenamente Hijo de Dios, nosotros no hemos recibido un espíritu de hijos, por el que podemos llamar a Dios Padre (Abbá); y nuestra filiación tiene sólo un sentido lato: no hemos pasado verdaderamente de siervos a Hijos y seguimos estando bajo la ley. El historiador de la Iglesia Sócrates explica cómo aquellos judíos que querían ser cristianos negando la divinidad de Jesús, “maldecían a Pablo y le llamaban apóstata por enseñar que Jesús nos liberó de la ley”. Efectivamente, la filiación divina de Jesús supone para Pablo nuestra libertad que brota de nuestra dignidad de hijos.

2.- Éste era el primer significado de la fe en la encarnación. Más tarde, cuando el cristianismo fue inculturándose en el mundo griego, esa pregunta por el significado cedió terreno ante la otra pregunta más griega: ¿cómo afirmar a la vez que alguien es plenamente humano y plenamente divino? Es una pregunta comprensible porque todos somos seres racionales, pero debería ser una pregunta secundaria: porque, para la Biblia, la pregunta por el cómo es secundaria respecto a la pregunta por el qué. El significado es más importante que el funcionamiento.

3.- La inculturación en el pensar griego hipotecó al cristianismo en este punto: haber dado más importancia a la pregunta por el cómo, llevó a la cristología dognática a dos olvidos importantes. El primero cabe en una frase de Tertuliano que recogió el Vaticano II, precisamente al tratar de la tarea de la Iglesia en el mundo: “por la encarnación el Hijo de Dios se unió de alguna manera con todos los hombres” (GS 22). Una idea muy repetida por los Padres de la Iglesia que no tenían miedo de comparar a Jesús con la “matriz” por donde entra la semilla de Dios en la humanidad y por donde nace el nuevo ser humano.

El segundo olvido es el anonadamiento de Dios en su unión con Jesús: Dios no se hizo hombre como “tendría derecho a serlo” según su dignidad, sino renunciando a su divinidad “tomando una imagen de siervo, presentándose como uno tantos y actuando como un hombre cualquiera” (Fil 2, 7ss).

En resumen: que Dios haya asumido toda la miseria humana fundamenta la solidaridad cristiana y la lucha por la justicia: la teología de la liberación enseña que el tema de los pobres no es un tema simplemente ético sino una cuestión cristológica. Y que Dios no se relacione con nosotros como Poder sino desde la debilidad del amor (que no tiene más poder que la oferta de sí) es el fundamento de nuestra dignidad y nuestra libertad.

4.- Pasando de Jesús a nosotros: libertad y solidaridad son los dos auténticos pilares de una forma de ser hombres nueva y más auténtica, en la que deberíamos sobresalir los cristianos. Una libertad que no sea libertad para el amor, acaba degenerando en ese liberalismo económico que confunde libertad con egoísmo y sólo se sostiene a base de violencia y guerras. Pero una solidaridad sin libertad degenera en dictaduras (que nunca son del proletariado sino de un grupo de privilegiados) que falsifican todo lo humano: porque sólo es auténticamente bueno aquello que brota de la libertad y no de la imposición.

5.- Es inevitable reconocer que los últimos siglos del cristianismo falsificaron mucho esa cristología. Una Iglesia que no practique hasta el máximo la solidaridad y no respete la libertad hasta lo más hondo, dará siempre una imagen falsa de Dios que, como reconoció Vaticano II, es una de las causas del ateísmo moderno. Ese ateísmo anticristiano creyó posible encontrar el cielo en la tierra si prescindía de Dios y, al final, se está encontrando sin cielo y sin tierra. Y ya no atisba más solución que la que profetizó la lucidez de A. Camus: “imaginarse a Sísifo dichoso”.


11/5/10

PLANTAS MEDICINALES



La sabiduria ancestral de muchos pueblos ha tansmitido de generación en generación la "ciencia de las plantas medicinales". Los curanderos o sanadores tradicionales utilizan los principios activos en las plantas con fines curativos. Raíces, ramas néctar de flores, hojas o frutos son utilizados con frecuencia para diferentes dolencias o enfermedades.
Una de las plantas descubiertas hace poco por Occidente y que proviene de Sudáfrica es el rooibos, que en afrikaans significa arbusto rojo. Preparada en infusión, ayuda a los tratamientos contra las alergias y actúa como un antihistamínico. Brinda efectos beneficiosos ante la diarrea, estreñimiento, gastritis, dolores de estomago, vomitos o nauseas, es fuente de calcio, magnesio, flúor y cuenta con importantes antioxidantes como la vitamina C.

De la revista "Aguiluchos"
http://www.aguiluchos.net/